¿Cuántas veces has deseado tener más dinero para resolver todos tus problemas? ¿Hasta qué punto asocia el dinero con la felicidad? ¿Cuánto tiempo esperas antes de mirar tus cuentas, temiendo encontrar una cifra en la que no has pensado lo más mínimo?
Es hora de dejar de desarrollar una relación más relajada con el dinero. Echa un vistazo a esta sencilla forma de hacerlo.
1- Piensa en el dinero como un medio y no como un fin
Siempre has pensado que el dinero es el objetivo final al que hay que aspirar porque significa la felicidad más pura para ti. Piensa en lo que realmente puede hacerte feliz.
- Se refiere a una mentalidad tranquila y pacífica resultante de la ausencia de problemas financieros.
- Hay cosas que el dinero puede comprar, como una casa de ensueño en la que vivir con tu familia, un coche que mejore tu calidad de vida o tiempo para vivir en las afueras y pasar tiempo con la gente que te rodea.
Considera el dinero como un medio para alcanzar tus objetivos, no como un fin, porque, a menos que quieras nadar en una bañera llena de dinero como el Tío Gilito, lo único que importa es el momento en que el dinero te abandona y te da otra cosa en su lugar.
Haz lo siguiente: Establezca objetivos que le permitan asociar el dinero a la consecución de sus metas.
Por ejemplo: ¿En qué vas a gastar los primeros 100 euros que apartes? Los próximos 200, 300... ¿Qué va a hacer con el Vincule cada hito a un artículo o experiencia específica que puede comprarse por la cantidad de dinero correspondiente y vea lo que puede regalarse en ese momento.
Empieza a hablar de dinero
¿Cómo se puede construir una relación más pacífica con alguien que se niega a hablar o incluso a examinar ciertos aspectos de su vida? Como dice la entrenadora Sylvia Lanfranchi, una de las primeras cosas que hay que trabajar es
Escucha las frases de tu cabeza que ya no te pertenecen.
Antes de que te des cuenta, te llenas de pensamientos y creencias limitantes y negativas de que no sabes nada o que es un área que no es relevante para ti porque no te comparas con nadie más.
Haz lo siguiente: Elige amigos que parezcan tener el mismo nivel de conocimientos (y los mismos miedos) que tú. No hay que temer que te miren con desconfianza, ya sea con o sin experiencia. Cread juntos un nivel de confianza y franqueza y contadles todas las cuestiones que os parezcan más estúpidas o de las que siempre os hayáis avergonzado. Acabas de dar el primer paso para cambiar la situación quitándote un peso de encima y hablando con alguien sobre ello. Esto sólo mejorará las cosas.
Infórmate
Como muestra este artículo, existe una relación directa entre el desarrollo de una buena cultura financiera y la capacidad de hacer frente a tiempos de crisis y dificultades.
En otras palabras, cuanto menor sea su conocimiento financiero, más probable será que caiga en dificultades financieras en tiempos difíciles.
Si no conoce los términos básicos y las herramientas más importantes, ¿Cómo puede elegir inversiones que le ayuden a dormir tranquilo?
Intentémoslo: empezando por lo más básico, hay varios sitios web que pretenden responder a las preguntas más comunes sobre el dinero, los ahorros y las inversiones.
Organízate, como en cualquier otro ámbito de tu vida
A menudo se da por sentado que alcanzar los objetivos en un área es simplemente una cuestión de conocimientos y no tiene nada que ver con las herramientas adecuadas, pero esto no es cierto.
La mejora de la seguridad financiera no puede considerarse sin tener en cuenta las herramientas que pueden ahorrar tiempo y esfuerzo. En lugar de seguir metiendo dinero en una hucha, echa un vistazo a las Reglas Inteligentes para Metas y Elipsis, que te permiten alcanzar tus objetivos de forma flexible a través de las reglas que tú mismo establezcas.
Así es como se hace: Empieza por hacer una lista de los objetivos que quieres alcanzar con tu dinero.
Nota: Tienes que pensar realmente en lo que quieres y liberar tu mente de lo que crees que tienes que conseguir.
Ahora mismo: ¿es más importante comprar una batidora que te permita cocinar más, lo que te haría la persona más feliz del mundo, pero no te preocupa en absoluto ahorrar dinero para un coche?
¡Wow! Has encontrado tu primer objetivo.
Ahora vamos a cuantificar el rango desde el que se puede considerar este gasto.
Y también, ¿Cuál es el mayor obstáculo a la hora de ahorrar dinero?
Tal vez ahorrar 10 euros cada semana sea una buena idea, o por el contrario el método del "policía malo" podría funcionar. En este caso, las reglas del fitness pueden ser eficaces Lo más importante es saber qué quieres y cómo quieres conseguirlo.
Intenta entender qué desencadena tus emociones
Actuamos cómodamente en respuesta a determinados estímulos. Puede que no seamos capaces de tolerar una discusión con nuestra pareja o una discusión con nuestro jefe.
Puede que simplemente seamos incapaces de afrontar la tristeza y el miedo que pueden abrumarnos ante el cambio. Nunca nos abruma más la desesperación que cuando un colega renuncia o se le pincha una rueda.
Atención: Los momentos de tristeza y ansiedad pueden coincidir con momentos de pérdida de control y de compras alocadas sin que se sepa.
Proceda de la siguiente manera: En primer lugar, tienes que conocerte a ti mismo desde esta perspectiva. ¿Qué acontecimientos le hacen perder el control de sus gastos?
Una vez que sepas esto, busca la fuente de motivación que te está frenando en ese momento.
¿Necesitas un amigo al que llamar cuando sientas el impulso de comprar algo irresistiblemente? ¿Sabías que tienes que tirar todos los folletos de tus proveedores locales de alimentos para evitar la tentación? Decide de antemano lo que te conviene y lo que vas a hacer para no dejarte llevar por la irracionalidad.
No te avergüences de pedir ayuda
Es posible que haya hecho todo lo posible por recibir educación financiera y programar días para prestar más atención a sus cuentas. Pero aunque lo sigas intentando, parece que no puedes ver la luz.
Esto es lo que puedes hacer: No tengas reparo en pedir ayuda si la necesitas. Tanto si se trata de un experto del sector al que pueda confiar sus inversiones -siempre después de haber desarrollado un conocimiento básico de lo que le conviene-, como si se trata de una comunidad de superación o de un amigo que sea un cinturón negro en materia de ahorro e inversiones, lo importante es hacerlo rápidamente: ¡sólo en la dirección equivocada! A continuación se presenta una lista de los factores más importantes.
Para levantar la situación, decide los límites en los que quieres ayuda y ponte en marcha.
Corta el enlace con la ayuda que siempre se te ha brindado
Si depende constantemente de fuentes externas, nunca alcanzará la independencia financiera que equivale a la paz.
La única manera de poner fin a tu desastre financiero, ya sean tus padres los que siempre te dan dinero o tus hermanos los que intentan ayudarte, es dejar de pedir su contribución.
Haz esto: Habla con ellos con el corazón abierto y explícales que quieres ser más independiente. Esto no significa que te quedes atrás si las cosas no funcionan por una vez después de haber hecho todo lo posible para mejorar, pero sí significa que ya no dependerás de los ingresos extra.
A partir de ahora intenta ser independiente primero y deja de pedir dinero. Asume tu responsabilidad y verás cómo cambia tu gestión de los gastos a cambio.
Y ahora, elige el primer consejo sano, ponlo en práctica y ¡corre a conquistar tu seguridad financiera!

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